A continuación podréis encontrar la traducción al español del quinto capítulo de la vigesimoprimera novela de la saga Slayers Special, 刃の先に見えるもの (yaiba no saki ni mieru mono).

La traducción está hecha directamente desde el japonés, usando como base los scans de la propia novela y utilizando para las imágenes todos los scans disponibles, tanto de su publicación original en la Fantasia Battle Royale en Octubre de 2000, así como su posterior recopilación en novela, tanto en edición física como digital.

Traducción, adaptación y revisión: shansito
para Lost Slayers – https://www.lost-slayers.net

Todo lo perteneciente a Slayers es © Hajime Kanzaka, Rui Araizumi, Kadokawa Shoten y otros, según proceda.

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Slayers Gaiden: Lo que puede verse más allá de la punta de su espada

Tenía la espada desenvainada.

La hoja plateada reflejaba la deslumbrante luz del sol y los azules pálidos del cielo y del mar.

No estaba desafilada ni mucho menos, ni se podía decir que fuese una hoja excelente como para hacerse famosa. En cuanto al filo se refiere.

Los ojos del hombre estaban fijos en el curioso patrón de vendajes que cubrían el mango. Diversos pensamientos le venían a la cabeza.

“Si no existiera...”

Erráticamente, el hombre mueve la mano con la que empuñaba la espada hacia el mar...

—¿Vas a tirarla? Sería un desperdicio.—dijo una voz muy cerca.

—¡¿Eh?!

Tenía una mirada nostálgica. Se había dado la vuelta rápidamente, con su larga melena rubia salpicada de brisa marina.

La aldea de Crushida. Una pequeña aldea pesquera con nada a reseñar salvo su salida al mar. Había unos pocos botes pesqueros, y en una de las barcazas había un pescador.

—¿Acaso odias esa espada?—preguntó el pescador. Su mirada seguía centrada en su hilo y en la boya de pesca flotando entre las olas.

Era un hombre peculiar. Llevaba camisa, una chaqueta, pantalones y botas. Una apariencia bastante común. Tenía una larga melena negra y unas hermosas facciones que podrían hacer que le confundieran con una mujer. Era difícil decir qué edad podría tener. Si alguien le diese una espada y dijese que era un espadachín de la misma edad que el joven, te lo creerías, y si dijesen que es mucho mayor, también.

Llevaba además unos cigarrillos que parecían buenos y una caña de pescar barata.

El joven se quedó un rato confundido.

—No has… encendido el cigarrillo.—dijo poco después.

—Lo sé. Lo estoy dejando. Mi mujer y mis hijas lo odian.—dijo con un tono más fuerte de lo que podía pensarse por su expresión.

—¿Mujer… e hijas? ¿… qué edad tienes…?

Slayers Gaiden: Lo que puede verse más allá de la punta de su espada: continuará